“Diagnóstico y planificación de la finca soñada”: participación comunitaria para el cambio
José G. Rodríguez, Bertha L. Ramírez y Alvaro Guayara
La experiencia presentada en este artículo corresponde al proceso de conformación de una red silvopastoril de productores en tres municipios del piedemonte amazónico colombiano (zona de transición entre el área de cordillera y la llanura amazónica), proyecto de desarrollo comunitario con dos años de duración, que contó con el apoyo del Fondo para la Acción Ambiental, la Universidad de la Amazonia y la participación de la comunidad rural. Como parte del proyecto se implementaron metodologías de investigación-acción-participación con un grupo de productores dedicados a la ganadería de doble propósito, que quisieron iniciar un cambio en el manejo de sus fincas hacia sistemas amigables con el medio ambiente y trabajar tejiendo una red de ayuda y aprendizaje mutuo. Se desarrollaron actividades de capacitación entre productores deseosos de cambio, productores exitosos en el desarrollo de sistemas ganaderos sostenibles y docentes y estudiantes de medicina veterinaria y zootecnia.
Los propósitos fueron: favorecer un cambio de actitud de los ganaderos hacia sistemas de producción menos dependientes de recursos externos, incentivar la cultura de conservación de los recursos naturales, diversificar la producción de la finca, fomentar la autonomía alimentaria y, con ellos, mejorar la calidad de vida de los productores a partir de la constitución de una red de productores. Entre los resultados alcanzados, el más importante es el cambio positivo de la mentalidad o actitud de pequeños, medianos y grandes ganaderos en relación con el uso del suelo, el agua y la adopción de alternativas de producción agrosilvopastoriles más acordes con la estructura natural del ecosistema amazónico, en el cual los árboles juegan un papel determinante.
Establecimiento de bancos de proteína para corte y acarreo Foto: autores
Dos años después de terminado el proyecto y los recursos económicos de que dispuso, la organización Red Silvopastoril continúa trabajando por la consolidación y ampliación de las metas propuestas, con el objetivo de avanzar en el cambio de las condiciones de producción y del mejoramiento de la calidad de vida de campesinos; sobre todo en una región que tradicionalmente ha sido maltratada por factores climáticos, políticos y sociales. Entre los factores que permitieron este cambio de actitud y la permanencia en el tiempo de la organización de productores, se encuentra una técnica de documentación a través de la cual los productores han podido comparar el estado inicial de sus sistemas productivos con sus avances periódicos, pero teniendo como referente una imagen ideal de hacia dónde se quiere llegar al seguir este proceso: el diagnóstico y planificación de la “finca soñada”.
AntecedentesEl desarrollo de actividades agropecuarias en la amazonia colombiana ha llevado a niveles de deforestación cada día mayores, principalmente para convertir las áreas de bosque en pasturas para la ganadería extensiva, con bajos niveles de rendimiento y afectando las condiciones ambientales. Cada año son deforestadas miles de hectáreas mediante la práctica de tumba y quema, con la posterior siembra de gramíneas en monocultivo, especialmente pasto Brachiaria. En muchos casos estas acciones han respondido a políticas estatales relacionadas con la adjudicación y titulación de tierras, teniendo nefastos efectos sobre el ambiente y la supervivencia de los bosques.
La principal actividad económica del departamento del Caquetá y en general de la zona de piedemonte amazónico de Colombia, se ha basado en la ganadería extensiva, caracterizada por bajos índices de producción (producción de dos litros de leche por vaca por día, ganancia de peso que no supera los 300 gramos por día), baja capacidad de carga por hectárea, escasa aplicación de técnicas renovadoras del suelo y de la pradera, pérdida de suelo, altos niveles de compactación y, como sumatoria, un alto impacto ambiental sobre la generalidad de los recursos naturales (Ramírez et al., 2005).
En este contexto, el proyecto se planteó como objetivo general constituir y fortalecer una red de productores con el propósito de adoptar y validar alternativas productivas sostenibles para el manejo de sus parcelas y que sus resultados permitieran el mejoramiento ambiental, económico y social de su zona de influencia.
Construcción del proyecto a partir de la participación comunitariaConvencidos de que la solución de los problemas se da si las alternativas para resolverlos son generadas por quienes los padecen, este proyecto buscó la participación de la comunidad para identificar y valorar la problemática, y analizar alternativas construidas de manera conjunta. En consecuencia, el proyecto partió del trabajo de productores, técnicos y estudiantes en 25 talleres participativos, con el propósito de explorar el entorno del ecosistema amazónico, haciendo énfasis en las consecuencias de las actividades humanas relacionadas con cambios en el uso del suelo, como la disminución de la biodiversidad, las pérdidas de suelo por escorrentía, la desprotección de cuencas hidrográficas, la disminución de caudales acuíferos y los desplazamientos sociales en busca de nuevas tierras productivas.
El proceso de capacitaciónEl análisis de la situación y de las posibles soluciones se inició con discusiones internas entre cada productor y su familia. Los resultados de esta primera etapa fueron socializados entre todos los integrantes del grupo para definir hacia dónde debían dirigirse los esfuerzos, tanto de la comunidad como de los estudiantes y técnicos. El proceso siguió distintas etapas y utilizó metodologías de capacitación como:
talleres de intercambio de experiencias entre productores mediante visitas a fincas de productores exitosos en el manejo de sistemas silvopastoriles en otras regiones del país, y días de campo en fincas de los miembros de la red;
formación social comunitaria y estrategias de tejido de red;
información fundamental sobre ecología amazónica para definir conceptos sobre sistemas de producción, conocer modelos sostenibles utilizados frecuentemente, analizar la propia producción y sus costos, identificar impactos ambientales causados por los sistemas de producción, conocer la estructura y funcionamiento del ecosistema amazónico y establecer su fragilidad, conocer alternativas para el uso del suelo en la región, y valorar la experiencia de los pueblos indígenas de la amazonia;
conocimiento de alternativas productivas sostenibles: valorar los principios y prácticas para el establecimiento y manejo de huertos caseros, cercas vivas, rodales maderables en los potreros, bancos de proteína y energía, estanques para peces en policultivo, y crianza de cerdos y aves aprovechando los forrajes y otros productos de la finca (ver recuadro “Algunas de las alternativas productivas sostenibles adoptadas por la Red Silvopastoril”).
Visita a productores exitososSe realizó una gira de reconocimiento de experiencias exitosas que productores del valle del Cauca han desarrollado por más de 15 años mediante el manejo de sistemas agrosilvopastoriles. Esta actividad generó un diálogo de saberes que facilitó la transmisión de conocimientos de productor a productor.
En esta gira se visitaron las reservas naturales El Ciprés y El Hatico, en los municipios de El Dovio y El Cerrito, así como la finca Villa Victoria, en el municipio de Dagua, que tiene como particularidad ser dirigida por mujeres cabeza de familia. Los productores pudieron interiorizar aspectos relacionados con el manejo sostenible de los recursos naturales, la aplicación de prácticas agropecuarias amigables con el ambiente y, tal vez lo más importante, que “los ganaderos del valle no necesitan tumbar ni quemar los bosques para producir forraje para alimentar a sus animales; hay otras formas de producir ganadería”.
Al finalizar la actividad, quedó entre los asistentes el convencimiento de que se debe generar un cambio en el manejo del suelo capaz de potenciar el reciclaje de nutrientes en cada parcela, fomentar el trabajo familiar y comunitario como herramienta fundamental para el desarrollo y crear esta misma expectativa en las nuevas generaciones. Después del análisis y la evaluación final se concluyó que las alternativas productivas observadas en los predios visitados son aplicables y adaptables a las condiciones del ecosistema amazónico, donde se encuentran establecidas las parcelas de los participantes. De manera específica, los productores visitados demostraron que el uso de los sistemas agrosilvopastoriles disminuye el impacto producido por la ganadería extensiva y mejora la productividad; que se puede diversificar la producción con otras especies vegetales sin depender del monocultivo de gramíneas ni de insumos externos.
Diagnóstico participativoDespués de la gira se inició el diagnóstico participativo orientado hacia la construcción de la línea base del proyecto y hacia la planificación para la introducción de las alternativas. El taller de diagnóstico propició el trabajo colectivo con los productores para lograr su participación en el proceso de planificación del uso del suelo. Al realizar el diagnóstico de cada una de las parcelas se analizó el antes, el ahora y el futuro posible a partir del proyecto.
La situación inicial y la situación ideal
Mapas de la finca de la familia Sánchez Prieto, en Buena Vista, Caquetá, Colombia. El primero muestra el estado del predio hacia 1996; el segundo, la situación que la familia pretende alcanzar hacia el año 2010. Dibujo: Familia Sánchez Prieto
La metodología utilizada para este taller fue el “Diagnóstico y planificación de la finca soñada” basada en el diagnóstico participativo. Los campesinos caracterizaron sus parcelas a través de la ubicación de imágenes comunes de su entorno; establecieron la realidad de su vivienda, de sus sistemas productivos, de la tenencia de la tierra, de los roles familiares, del manejo ambiental, de la infraestructura y de la actividad cultural que les gusta desarrollar. La técnica de planificación de la finca soñada incluyó la elaboración participativa de un juego de tres mapas para cada finca. Se eligió este instrumento para fomentar la discusión sobre la historia del uso del suelo en tres momentos: el período en que los productores ingresaron a sus parcelas, el estado actual y la proyección a futuro de acuerdo con sus sueños. Los mapas fueron realizados por cada uno de los productores con la ayuda de estudiantes de la universidad y fueron compartidos al interior del grupo con la seguridad de que construían parte de su historia y permitían volcar en ella las potencialidades y limitaciones de sus tierras.
El ejercicio incluía la planificación del uso del suelo para el establecimiento de las alternativas agroforestales en cada una de las parcelas de los miembros de la red. Alternativas como la lombricultura y los bancos mixtos de proteína y energía para corte y acarreo colmaron las expectativas de la mayoría de los productores. Asimismo, la reforestación a través de cultivos multiestrato (con especies maderables y forrajeras) a partir de las parcelas de caucho (Hevea brasiliensis) que se encontraban en producción; la cría de cerdos y de gallinas en soltura, usando forrajes y productos de la finca; el manejo de desechos a partir de biodigestores; el silvopastoreo, la piscicultura, las cercas vivas y las huertas caseras, fueron propuestas valoradas con interés.
La oportunidad fue especial para todos en la medida en que cada propuesta fue sometida al escrutinio de los participantes. Todos preguntaron, todos opinaron, todos aprendimos; los campesinos, que la planificación es vital en la utilización de las tierras; los estudiantes, que las vivencias dejan profundas enseñanzas que alimentan la vocación profesional, y los facilitadores, que nadie tiene más autoridad sobre un tema que quien lo vive y lo construye.
Una vez definidos los intereses de los productores en cuanto a las alternativas productivas propuestas y tomando en cuenta las aptitudes del predio para establecerlas, se desarrollaron cinco talleres con el objetivo de establecer e iniciar el proceso de concertación y evaluación de las actividades a ejecutar. El principal escollo por superar tenía que ver con dejar de lado los intereses personales para dar prioridad a los intereses de la comunidad. Los talleres versaron sobre valores comunitarios fundamentales para iniciar el proceso de tejido de la red, como la amistad, la camaradería, el respeto, la toma de decisiones en común, la tolerancia y, principalmente, la solidaridad.
Como reflexión final de este taller quedó la siguiente: “Si se maneja la parcela como un sistema donde todo esté encadenado, podemos tener mayores beneficios con menor cantidad de tierra. Lo que tenemos que lograr es manejar de manera sostenible los recursos para ser más eficientes, así como nos enseñaron los campesinos del valle del Cauca que visitamos”.
Limitantes para el establecimiento de alternativas productivasUna de las principales dificultades encontradas para iniciar el cambio hacia la producción sostenible fue el estado de agotamiento de los suelos. Por ello, se estableció como punto de partida la necesidad de fomentar los mecanismos que permitan a la comunidad rehacer lo andado y empezar por “hacer suelo”. Utilizando la metodología del árbol de problemas, que permite analizar las dificultades en orden de importancia para emprender la solución en ese mismo orden, se estratificaron los problemas y se determinaron las alternativas aplicables para mejorar las condiciones de producción y de uso sostenible de los recursos naturales. Se identificó como problema crítico el agotamiento de los suelos y se establecieron las causas del problema (raíces del árbol): falta de capacitación de los productores en cuanto al uso de herramientas tecnológicas para el mejoramiento y el manejo de los suelos, y baja disponibilidad de recursos económicos que les permitieran devolver al suelo los nutrientes extraídos por muchos años de uso. Se comprobaron los efectos que estos problemas tienen sobre la producción: compactación del suelo debido al uso ganadero, erosión, reducción de la capacidad de carga, disminución en indicadores productivos como la ganancia de peso, etc.
Algunas de las alternativas productivas sostenibles adoptadas por la Red Silvopastoril
Rodales maderablesÁreas de los potreros (generalmente las menos usadas para el pastoreo, como las esquinas que se forman en las intersecciones de los cercos que dividen a los potreros) que se aislan con cerco de alambre de púas y en las que se establecen especies arbóreas maderables. Cuando estos rodales son unidos a través de cercos vivos, se convierten en hábitat de especies animales que colaboran con la diseminación de semillas, entre otros beneficios ecológicos.
Bancos de proteína y energía para corte y acarreoÁreas de la finca cercanas a los corrales de los animales que se siembran con especies arbóreas forrajeras, muchas de ellas leguminosas, con alto valor proteico. A los ocho a diez meses de establecidos estos bancos, se cortan sus tallos tiernos y hojas, se acarrean hasta el corral y se ofrecen picados a los animales como suplemento alimenticio. Entre estas especies están: matarratón (Gliricidia sepium), bohío (Clitoria farchildiana), cratylia (Cratylia argentea), nacedero (Trichantera gigantea), morera (Morus alba), botón de oro (Thitonia diversifolia) y pizamo (Erithryna fusca). Todas ellas ofrecen porcentajes de proteína superiores al 16 por ciento y representan una excelente alternativa para reforzar la alimentación a través del pastoreo (el porcentaje de proteína de las pasturas utilizadas en la zona es de cuatro a ocho por ciento). Además, estos árboles ofrecen otros servicios ambientales como la recuperación biológica de suelos por el desarrollo radicular profundo, el reciclaje de nutrientes desde las capas más profundas del suelo y una mayor diversidad vegetal por unidad de área, entre otros.
Estanques para peces en policultivoManejo en un mismo estanque de una especie piscícola para consumo humano, como la cachama (Colossoma sp. o Piaracthus sp.) o el sábalo (Brycon sp.) y, conjuntamente, peces nativos de pequeño porte, como el guppy (Poecillia sp.). Estos últimos, por su precocidad y alta fertilidad se convierten en alimento para las especies de consumo humano, disminuyendo la necesidad de alimento concentrado en más de 45 por ciento.
Cultivo multiestratoEs aquel que utiliza en mayor proporción la estructura vertical del área donde es plantado. Por ejemplo, en un estrato superior se desarrollan árboles maderables; en un estrato medio, arbustos forrajeros o cultivos de “pancoger” como el plátano, y en un estrato inferior, leguminosas herbáceas que contribuyen con la protección del suelo, aportan forraje para animales y contribuyen con la fijación de nitrógeno en el suelo.
El taller usando el árbol de problemas buscaba conocer y comprender la naturaleza del suelo y sus diferentes componentes, discutir alternativas para su manejo sostenible y desarrollar estrategias que permitieran restablecer las condiciones de producción para el buen crecimiento de las plantas. Con la asesoría de estudiantes y técnicos, los productores pudieron conocer, ver y palpar los suelos y todo lo que estos encierran, enfatizando el hecho de que el manejo inadecuado destruye todas esas condiciones y por eso se llega a niveles de degradación como los que presentaban las parcelas. Las conclusiones a que llegaron los productores fueron: “Si queremos cambiar la productividad de las parcelas tenemos que iniciar haciendo suelo” y “Esto lo conseguiremos con el aporte permanente de materia orgánica procesada en la finca a partir de los métodos aprendidos”.
Compartir experiencias y analizar los avancesPara la realización de este taller se invitó a la región amazónica al productor Tiberio Giraldo, propietario de la reserva natural El Ciprés (visitada en la gira al iniciarse el proyecto), un referente para el trabajo que se había adelantado desde diez meses atrás. El taller se inició con una amplia charla sobre el manejo agroecológico de fincas ganaderas, en la que participaron los productores, estudiantes y técnicos para exponer sus puntos de vista respecto del tema tratado. A continuación se realizó una gira para visitar cada una de las parcelas de los beneficiarios del proyecto, con el propósito de visualizar y conocer de primera mano los problemas, dificultades o éxitos obtenidos durante el proceso de establecimiento de las alternativas productivas adoptadas por cada uno de ellos. Estas visitas fueron documentadas a través de notas, apuntes, fotografías y grabaciones. Al final de la gira durante la realización de una mesa redonda en la que se resumió la experiencia con los aportes de los participantes, se alcanzaron conclusiones que posteriormente fueron utilizadas para la realización de un video que permite transmitir la experiencia a personas interesadas en el proceso.
Entre las conclusiones de esta actividad se pueden mencionar las anotadas por Tiberio, quien quedó muy bien impresionado por el desarrollo de tanto trabajo en tan poco tiempo y manifestó su satisfacción de haber contribuido al cambio de actitud de un grupo de productores de la amazonia colombiana. De parte de los productores locales, se concluyó que el principal tropiezo con que se han enfrentado ha sido el estado de agotamiento en que se encontraban los suelos, condición que los alienta a continuar en la transformación del estiércol de los animales en materia orgánica para utilizarla como abono. Anteriormente, el estiércol era considerado como desecho y causante de la contaminación de aguas.
Formulación de indicadores a partir de la comunidadCon el apoyo de técnicos del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Pecuaria (CIPAV), se desarrolló esta actividad tendiente a conocer la aplicación de herramientas de planificación participativa y ordenamiento del uso del suelo, y fortalecer la responsabilidad y conocimiento de la comunidad sobre el manejo sostenible de los recursos naturales.
Testimonios de los productores
"Yo nunca volveré a tumbar un árbol porque lo que he aprendido en la Red es que ellos nos dan la vida."Lisandro Muñoz
"En lo que me queda de vida, yo trataré de inculcarles a mis hijos y nietos esta maravillosa experiencia del cuidado del medio ambiente, para que no cometan los mismos errores que yo cometí."Maximino Alonso
Para el desarrollo de la actividad se conformaron tres grupos de productores, teniendo en cuenta el tamaño de sus predios así: grupo 1, productores con fincas menores a 20 hectáreas; grupo 2, aquellos que poseían entre 20 y 50 hectáreas, y grupo 3, aquellos que tenían más de 50 hectáreas. Cada grupo debía desarrollar el concepto de la finca ideal, describir las entradas y salidas de la finca y definir los parámetros que le permitirían ver cómo se avanza para alcanzar esa finca ideal. A través de una relatoría, cada grupo manifestó su concepto de finca ideal y con estos insumos se construyó un concepto general: “La finca es un sitio de interacción armónica con la naturaleza que nos ofrece vivienda, recreación e investigación; nos brinda respaldo económico, estabilidad, seguridad y bienestar, y nos proporciona los medios de trabajo para la producción y generación de recursos que permiten el sustento familiar”.
Gráfico 1. Estado de avance de la finca La Esperanza de la familia Figueroa después de dos años de iniciado el proceso de transición hacia el manejo sostenible de su parcelaFuente: Proyecto Red Silvopastoril-CIPAV
La herramienta utilizada para la planificación fue un software elaborado por el CIPAV (ver Arango, “Una herramienta digital para la planificación predial participativa”, página 18) que caracteriza la explotación a partir de una escala de calificación dada, la cual es usada como referente para asignar un puntaje inicial (antes del proyecto) y un puntaje actual (con el proyecto). Se valoraron los siguientes indicadores:
económicos y productivos (seguridad alimentaria y número de productos; cadenas de comercialización existentes, infraestructura productiva y mano de obra);
ambientales
agua: protección y reforestación del entorno en nacimientos de agua, tratamiento de aguas servidas, pozos sépticos;
suelo: uso de abono orgánico, cultivos de cobertura, siembra de leguminosas, el no practicar quemas ni usar agroquímicos;
bosque: preservar bosques primarios en más de 20 por ciento del área de la finca; presencia de reservas de bosques secundarios;
diversidad: alta diversificación de cultivos y especies animales, alta disponibilidad de semillas, presencia de vegetación natural como bosques relictos y otra flora silvestre), y
socioculturales (condiciones de vivienda, vías de acceso, servicios básicos de salud, servicios públicos básicos, educación, capacitación y acompañamiento, integración familiar y organización comunitaria).
Posteriormente se aplicó el instrumento construido a partir de un estudio de caso, en el que se utilizó como modelo una de las fincas de la red (La Esperanza, del señor Félix Figueroa). En el gráfico 1, que muestra el resultado de este ejercicio participativo, puede observarse el estado inicial de la finca (línea blanca), el estado actual (línea negra), alcanzado después de dos años de implementado el cambio de mentalidad del productor, y la proyección idealizada por el propietario y su familia (línea verde). Esto se convierte en un proyecto de vida.
ConclusionesCon el avance del proyecto, tanto los productores como los estudiantes y técnicos hemos podido llegar a las siguientes conclusiones:
la transmisión de conocimientos de productor a productor forja un diálogo de saberes que facilita el afianzamiento de los conceptos y establece una red de comunicación más efectiva que aquélla tradicionalmente usada por los técnicos, la cual mantiene una estructura basada en el método científico y no siempre es acogida o entendida por los productores. En este sentido, si se quiere acelerar un proceso de cambio del manejo productivo actual, un camino puede ser el fomento de la investigación-acción-participación, codirigida por los propios productores;
encaminarse hacia la no dependencia de insumos externos es un proceso que permite a los productores rurales hacer frente a un manejo integral del sistema y hacerse más eficientes en el uso de los recursos de la finca y de su entorno;
los mayores logros se han alcanzado en actividades como el manejo del suelo, la seguridad alimentaria, la organización comunitaria, la integración familiar y el conocimiento de la importancia del entorno. En el aumento de la biodiversidad y el manejo de los recursos agua y bosque se ha avanzado en menor escala;
es difícil predecir en tan corto tiempo el impacto del proceso, principalmente porque son los productores quienes toman las decisiones y no hay garantía definitiva de que se centrarán en la tecnología que favorece la sostenibilidad;
lograr un cambio de actitud hacia el manejo sostenible de los recursos naturales no ha sido una tarea fácil, pero se avanza en la labor de integrar una comunidad alrededor de un proyecto productivo sostenible, en el cual sus miembros actúan como cofinanciadores, coevaluadores, coinvestigadores y los miembros del equipo facilitador ejercen como consejeros permanentes para tejer entre todos la red;
el uso de herramientas de documentación como las notas, la fotografía y el video; de técnicas de trabajo en grupo como el árbol de problemas y el diagnóstico participativo con la elaboración de mapas; así como el llevar un registro gráfico de los avances teniendo en cuenta el pasado y una visión de futuro, permiten que el proceso sea más seguro y más fácil de someter a la consideración de los demás.
José G. RodríguezGrupo de Investigaciones en Sistemas Agroforestales Pecuarios Amazónicos (GISAPA), Universidad de la AmazoniaFlorencia, Caquetá, ColombiaCorreo electrónico:
gamarrod43@yahoo.comBertha L. RamírezGISAPA, Universidad de la AmazoniaFlorencia, Caquetá, Colombia. Correo electrónico:
belerapa@hotmail.comÁlvaro GuayaraGISAPA, Universidad de la AmazoniaFlorencia, Caquetá, ColombiaCorreo electrónico:
aguayara2001@yahoo.comReferencias- FAO, 2003. Situación de los bosques del mundo. Roma, Italia, ISBN 92-5-304865-4.- Ramírez, B., A. Guayara y J. Rodríguez, 2005. Metodologías participativas para la conformación de una Red Silvopastoril de Productores en tres municipios del piedemonte amazónico colombiano, Universidad de la Amazonia, ISBN 958-97575-9-6.
El grupo ejecutor expresa su agradecimiento al Fondo para la Acción Ambiental, a la Universidad de la Amazonia y a la comunidad de productores y facilitadores que permitieron, con su apoyo, el desarrollo del proyecto. Sin su colaboración no estaría asegurado el éxito del trabajo.